10/24/2007

La velocidad y el tocino

Estando como está de revuelto el ambiente cientifico, y no solo con el asunto del cambio climatico, basta con las recientes declaraciones del premio Nobel James Watson sobre la inteligencia de los africanos, desmentidas posteriormente a la suspension del ciclo de conferencias que pensaba dar en el museo de Ciencias de Londres, viene ahora Rajoy y trata de meter el cambio climático en la pelea política, y para ello recurre a las supuestas declaraciones de un primo suyo, catedrático de fisica en una universidad, que le inducen a confundir climatología con meteorología. El ridículo es mayúsculo de nuevo en su partido cuando los compañeros recurren nuevamente a aquello del "contexto".


Cafelete. Elvira Lindo

En esa esquina ardiente de mi barrio donde se encuentra la mítica cafetería Alto Copete tiene lugar cada mañana una zarzuela gratuita. Si dicha zarzuela saltara a los teatros podría llamarse así, Alto Copete; en ella intervendrían los taxistas que allí recalan, los jubilados y ese tipo de señoras prodigiosas que de una sola calada se consumen un fortuna y lo expulsan de a pocos mientras consumen lo menos cinco cafés. Personalmente, encuentro esta habilidad más difícil que la ventriloquia.

A esta zarzuela no le falta ni le sobra. Hay tontos y listillos, pura comedia humana: los listillos despuntan sus teorías con seguridad machacante, y los tontos dicen "ya te vale", expresión polisemántica, ideal para espíritus mansos porque no compromete a nada. Estos bares mañaneros debieran estar subvencionados por Sanidad, porque en ellos la clientela expulsa obsesiones y regresa a casa liviana y soportable después de soltarle el rollo a un pobre inocente. Entre los rollos que se sueltan priman, cómo no, las teorías conspirativas y las grandes revelaciones. El listillo tuerce el gesto, masca el palillo y dice que lo del 11-M, por mucho que digan, lo montó quien lo montó. Del 11-M pasa a Marilyn Monroe, que está viva; a Walt Disney, al que acaban de descongelar, o a la CIA, que como todo el mundo sabe, fue quien introdujo la droga en los sesenta a fin de apartar a la juventud del comunismo.

Y más: Madeleine está en Marruecos; los judíos no fueron a trabajar el 11-S a las Torres Gemelas; a la Obregón le explotaron las tetas en un viaje transoceánico; Borrell y Ortega Cano eran uña y carne, y lo del calentamiento del planeta es un montaje descarao. Al salir del bar me digo, caramba, si tuviera arranque invitaría un día de estos al señor Rajoy a tomarse un cafelete. Y al primo.

10/18/2007

Extraordinaria Placidez

Alguien dijo que en las Sociedades creativas (por ejemplo, el Renacimiento) las masas se miran en la élite, en las sociedades destructivas (El nacionalsocialismo alemán, por ejemplo) las élites se miran en las masas", está por saber donde se mirarian lo unos a los otros durante la dictadura franquista para que venga ahora un personaje de la calidad (mejor, cantidad) de Jaime Mayor Oreja y nos dice que no comprende lo de la memoria histórica porque durante la dictadura habia una "extraordinaria placidez", y sus compañeros de partido no saben en que "contexto" van a situar estas declaraciones para que no parezca lo que todos estan pensando, que por mucho que se empeñen, la derecha patria no se quitan el "pelo de la dehesa" de sus querencias antidemocraticas. Sin duda, Oreja se refiere a la placidez de los cementerios, las carceles y el exilio. Por eso han votado favorablemente a que se "despolitice" el Valle de los Caidos, antes que estos "bárbaros" lo destruyan.

Bakunin

Felacion. Maruja Torres

Como persona que vive del uso profesional de las palabras y personalmente enamorada de más de una -ellas no se tienen celos-, he sido abducida por el encanto de la combinación de un adjetivo y un sustantivo que me parecen muy adecuados. Me asaltan a menudo estos amores gramaticales, que se acumulan y que, conforme pasan los días, se superponen, permitiendo que los nuevos hallazgos -palabras como promesas, palabras como recuerdos, palabras que ningún viento puede llevarse- se conviertan en la punta de un iceberg, que pronto será recubierta también por otro flechazo verbal.

Acostumbrada a asomarme temprano a la pantalla del ordenador -aunque no desdeño la inmersión en fotos y filmaciones-, fui presa de la pasión mencionada leyendo elpais.com. Pronto, rauda, llegó a mi hogar de Barcelona la versión impresa que, negro sobre blanco -dos vocablos que ni los sáncheces ni los dragones han conseguido ensuciar- impresionó mi previa impresión. "Extraordinaria placidez", leí, corroboré, ratifiqué. Creo que nadie como don Jaime Mayor Oreja (y que me perdonen Acebes, Aznar, Rajoy y toda la panda: no le llegan ni a la suela de la trompa de Eustaquio) ha sabido definir mejor, utilizando la palabra justa (placidez: agrado, tranquilidad, alegría, jocunda), aquello que sintieron en el franquismo o con el franquismo (no bajo el franquismo) quienes se hallaban en el bando adecuado. El añadido del adjetivo en su femenina concordancia, "extraordinaria", no sólo remata sino que revive aquellos placenteros días.

De aquellas plácidas extraordinariedades devienen estas histéricas crispaciones, sin duda. Debe de ser muy duro abandonar el colchón de plumas que venía parejo con la placidez que, todo lo más, pedía un obsecuente referéndum de cuando en cuando, para hallarse en este sinvivir de permanente campaña electoral, con el miedo, además, de salir perdiendo.

No soy columnista equidistante, pero siempre hay que lamentar la pérdida de aquella... ¿cómo era? Perdonen, pero lo he olvidado. Sí, lo sé. Se trataba de un sustantivo precedido por un adjetivo.... Quia. Ni modo.

Acabo de ser arrebatada por dos palabras recién aparecidas en mis medios favoritos. Felación, monja. Qué plácida me siento.

10/12/2007

¡Viva España!

Como dijo un tal Caneda, "Antes de empezar a hablar quisiera decir unas palabras", lo primero que nuestro contertulio ha cumplido extraordinariamente su promesa de hacernos probar una paella auténtica, para lo cual no solo se trajo a su cocinera preferida sino tambien los ingredientes y los complementos. Como resumen, una casi completa asistencia en la que se ha echado de menos a Nacho, al que deseamos una pronta recuperación, y alguno mas con otro compromiso, el resto en su puesto y con inmejorable compañía, el aspecto gastronómico impecable, el musical bien con matices: va a ser cierto que tenemos algo descuidado el cancionero astur, como dijo alguien. No así el caribeño-cubano, en homenaje a nuestro hombre en el Istmo (de Maracaibo salieron, dos palomitas volando, a la guaira volveran pero a Maracaibo cuando...). Como en reunión de esta guisa se corria el riesgo de inclumplir la norma básica de toda tertulia, que dice que una buena conversación debe agotar el tema , no a los interlocutores, se pasó de puntillas sobre las noticias recientes y dejarlas aparcadas para mejor ocasión. Hoy mismo, Millás se ocupa del mensaje patriotico de Rajoy, cuya actitud, la de Rajoy, alguien apuntó ayer que le recordaba la clásica cita de Cocteau "muchos rios no están de acuerdo con su curso", en atención al caracter gallego y supuestamente de buena persona del lider de la derecha española española.

Cine gore. JUAN JOSÉ MILLÁS

Rajoy está empeñado en que seamos españoles al modo en que Arzalluz u Otegi son vascos. Lo grave del vídeo con el que el jefe de la oposición se ha convertido en la estrella de YouTube no es que trate de imitar al Rey en su mensaje de Navidad, sino que evoca a Carlos Arias Navarro en otra producción audiovisual de gran éxito también en la historia de este país. No hay más que comparar el tono de ambos y medir la cantidad de toxinas que despiden por fotograma para advertir lo que decimos. Pero, si a alguien le queda alguna duda, que proyecte sobre una sábana las imágenes superpuestas de los dos ayatolás: la sábana deviene, a los 30 segundos, en un sudario. Cine gore, en fin, de una eficacia acojonante.

No es raro que todo esto coincida en el tiempo con la resistencia de los dirigentes del PP al intento de honrar la memoria de las víctimas del franquismo. Donde aseguran que esa ley hurga en heridas antiguas, conviene escuchar que no se les provoque. Conocemos muy bien la clase de patriotismo de los que se niegan a reprobar las dictaduras y sabemos que entre nosotros sólo se grita viva España para liquidar a algún español que se resiste a ser español español a la manera en que otros se niegan a ser vascos vascos. Fusilar españoles en nombre de España es un rasgo de humor muy nuestro. Ahí tienen a los obispos ordenando que se rece por el Rey mientras le aplican la picana en los medios de comunicación de su propiedad.

Las costumbres, por bárbaras que sean, resultan muy difíciles de abolir. Todo esto de lo que hablamos está muy en la tradición de la Iglesia y del patriotismo con halitosis. Torquemada pronunciaba una jaculatoria cada vez que apretaba la tuerca del potro en el que agonizaba un pobre infeliz partidario de la doble circulación de la sangre. Destrozaba fríamente su cuerpo al tiempo que rezaba por su alma sin advertir en ello contradicción alguna (Rouco, seguramente, no entiende de qué se queja el Rey). Ahora mismo acaban de condenar a cadena perpetua en Argentina a un cura que torturaba a los detenidos sin dejar de pedir por su salvación. Quiere decirse que el vídeo de Rajoy, como las humoradas de los obispos, nos harían gracia si no tuviéramos memoria (histórica).


10/10/2007

Mentiras y mentiroso

No está demostrado que cuando Bolivar dijo aquello de "De lo heroico a lo ridículo no hay mas que un paso" estuviera pensando en el actual presidente venezolano, que cada vez mas parece al tipico dictador sudamericano, de verbo indigesto y populismo insultante, y lo siento por aquellos que creen sinceramente que se pueden cambiar las cosas para mejorar la situación en un pais de grandes recursos naturales y enormes desigualdades sociales, conocemos a una de ellas que lo ha dejado todo para unirse a la revolución bolivariana, con un fervor digno de mejor causa. Tambien nuestro hombre en el Istmo ha viajado recientemente por la zona y nos trae noticias preocupantes de la deriva Chavista y de las bellezas de la zona, incluido el lago Maracaibo. El Istmo está de moda, tanto porque se ha asentado como el pais mas estable de la zona, como por la gran inversión que ha atraido para la ampliación del canal, por cierto que nos han demostrado en YouTube que el istmo se puede atravesar en dos minutos y sin despeinarse.

Mientras las cosas por aqui, mas o menos como siempre; hoy el titular en primera pagina de El Mundo era "ETA hiere a un escolta afiliado al PP que protegía a un concejal del PSOE", lo que demuestra el grado de manipulacion informativa y de sectarismo a que se ha llegado en cierta prensa sensacionalista.


Mentiras y mentirosos

Rectificar es de sabios. Hacerlo a medias cuando las evidencias son tan abrumadoras es quedarse atrapados en la mentira. Para colmo, en política, la verdad es lo que los ciudadanos perciben como verdad, no lo que los políticos tratan de que parezca verdad.

Eso es lo que ha ocurrido con la declaración de Rajoy en torno a la ilegalidad de la guerra de Irak tras conocerse las conversaciones de Aznar y Bush en el famoso rancho tejano. Esa guerra que nos oprime con su actualidad trágica e inacabable.

Pero confunde todo pretendiendo que ésa es la única diferencia con Afganistán. La diferencia, no es sólo la que media entre una guerra ilegal y otra legal, con ser mucha por esa sola razón. En Irak no había vínculos con el terrorismo internacional que se debía combatir, ni armas de destrucción masiva. En Afganistán, el propio Estado talibán estaba involucrado con Al Qaeda en la amenaza del terrorismo internacional. La única duda era si dependían más los gobernantes de Al Qaeda que lo contrario. Era un Estado ligado al terrorismo y la ONU respaldó por ello la intervención militar. Nada que ver con Irak, a pesar del carácter sangriento de la dictadura de Sadam. ¡Otra sería la suerte de Afganistán si no hubiera existido la aventura iraquí!

Era tan claro que la guerra unilateral estaba decidida que a pocos sorprenden las conversaciones rancheras, salvo por su crudeza y por las mentiras a la opinión pública que la acompañaron. Era claro meses antes que el objetivo era Irak, y Afganistán una estación intermedia.

Por eso, los que no teníamos la estúpida tentación de cambiar 200 años de historia para caer en una nueva dependencia, apoyamos la decisión de la ONU sobre Afganistán y la del Gobierno de Aznar de enviar tropas, a pesar del riesgo y de la distancia con nuestras prioridades.

Igual de clara era la oposición a la decisión de declarar la guerra a Irak de forma ilegal, injustificada y llena de mentiras. Así lo vio la oposición y toda la opinión pública, menos los visionarios que pretenden cambiar la historia sacando pecho de lata imperial... ¡y sus acólitos!

La política exterior que se pretendía cambiar era la posfranquista al socaire de los 200 años. La política hecha a base de esfuerzos por rescatar nuestra autonomía y por consolidar un consenso básico que nos hiciera fuertes en la dimensión de nuestras posibilidades. Sin exageraciones de monaguillos pegados a la cola de los oficiantes para aparecer en la foto. La política que nos permitía hacer un papel respetable en la construcción de una Europa unida, tras vencer las resistencias a la entrada. La que nos podía unir con los países hermanos de América Latina y nos permitiría impulsar una política mediterránea seria, respetuosa de nuestros vecinos. La política que nos permitiría reequilibrar la relación con Estados Unidos, rescatándola de la vergonzosa entrega de soberanía a cambio de mendigar reconocimiento que había hecho el franquismo.

Por eso no es lo mismo, Sr. Rajoy, que estemos en Afganistán, con todos los riesgos que implicaba cuando ustedes lo decidieron, y que sigue implicando hoy como dolorosamente comprobamos estos días, que meterse en la guerra de Irak. Si lo piensa serenamente y cae en la cuenta de que con la tercera parte del compromiso de fuerza involucrado en Irak se habría estabilizado Afganistán y el mundo en que vivimos sería diferente y seguramente mejor en materia de paz y seguridad.

Pero como no ha parecido bastante, ahora vemos cómo se calientan los motores para incrementar la aventura de la guerra sin fin -la derivada de la justicia infinita- incluyendo a Irán. Me preocupa, como a todos, la proliferación de armas nucleares y hay que trabajar para que haya menos, no más. Pero es un ejercicio de cinismo que griten más los que más tienen, sin ofrecer planes siquiera sea de reducción o que lo hagan contra unos a los que se les supone la intención de fabricar armas, como Irán, mientras se mira para otro lado o se coopera con otros que las desarrollan rompiendo el Tratado de No Proliferación. Tanto cinismo no puede dar resultado.

Nuestro país, como Europa, ha perdido relevancia relativa desde la caída del muro. Pero en lugar de reforzar un papel europeo unido, como aliados confiables pero con autonomía creciente en el proceso de toma de decisiones, seguimos empeñados en fracturar más y más la realidad de la Unión, desde aquella estúpida aventura que nos dividió entre vieja y nueva Europa por la guerra iraquí.

¿Qué teníamos que ofrecer en ese disparate al que fue tan contento el Gobierno del Sr. Aznar? Que dividiríamos a los europeos, que convenceríamos a nuestros amigos latinoamericanos para que se plegaran a intereses que no eran los suyos y poco más. Lo contrario justo de lo que podían esperar de nosotros los socios europeos que nos habían visto incorporarnos a la Unión y trabajar para que ésta se consolidara con una política exterior propia y acorde con sus intereses. Lo contrario de lo que esperaban los países de habla hispana presentes en el Consejo de Seguridad de una España democrática y solidaria con ellos para reforzar sus autonomías en defensa de sus intereses frente a la capacidad indudable de condicionamiento de Estados Unidos.

Cuando dejé el Gobierno, nuestro papel en Europa estaba consolidado y era respetado. Nuestra relación con el Magreb y el Mediterráneo era equilibrada y basada en la solidaridad y la defensa de nuestros intereses. Con el área hispana de América y con Brasil se había producido una nueva fase, radicalmente distinta a la de la época de las dictaduras. Con Estados Unidos se había negociado con gran esfuerzo y dificultad un nuevo convenio que nos permitía recuperar soberanía sin poner en cuestión una relación que era de confianza. Y así, sucesivamente.

¡Era esto lo que querían cambiar! ¿Y para cambiar esto acabaron con el consenso laboriosamente trabajado? No será por los resultados. Rectifiquen de verdad y busquemos de nuevo un consenso que nos permita dar fortaleza y previsibilidad futura a nuestra política exterior. Porque el cambio copernicano que se creían nos retrotraía a las dependencias que se generaron en la dictadura y nos sacaba de nuestro papel como país democrático, europeo, mediterráneo e hispano.

Felipe González es ex presidente del Gobierno español.

10/05/2007

Patria, religión y bricolage

Por lo que se ve, se nos está llenando la tertulia de anarquistas y descreidos, de derechas, por supuesto, que a la primera de cambio renuncian a sus convicciones monarquicas, nacionales e incluso teologicas. Solo ha bastado con sacar el tema de los ataques recientes a la corona, para la que ha servido de documentacion una reciente editorial de Zarzalejos, director del ABC y un brillante artículo de Fernando Savater, para que se oiga eso tan repetido ultimamente de "yo no soy monarquico, como mucho Juancarlista" y a continuación acusar a los políticos y a los medios de comunicación de estar todo el día dando la turra con asuntos que no tiene relación con las preocupaciones de los ciudadanos. En esa tesitura las afirmaciones del lider de la derecha sobre la conveniencia de una letra actualizada para el himno nacional es una cuestión menor que no tiene interes ni siquiera para los deportistas, que parecen ser los principales usuarios potenciales. Ya veremos como se lo toman nuestros contertulios cuando la Iglesia vaticana reuna a cientos de miles de fieles para honrar a los martires de la Republica española, en esta interpretación sui generis que hace la conferencia episcopal española de la memoria historica. Y en esas estamos.

Salud

Depresion. Juan José Millás

El pueblo vasco, como el español o el belga, por poner tres ejemplos, existen porque la vida es absurda. Si nuestro paso por la Tierra tuviera algún fin un poco consistente, ¿a quién se le iba a pasar por la cabeza dedicarse a ser un patriota gallego o catalán o sueco (en el caso de que exista esta última variedad, lo que me parecería inconcebible)? Lo difícil, en todo caso, es aguantar la vida a palo seco, sin la protección de una bandera y su correspondiente himno. De ahí que el mundo esté lleno de nacionalidades, algunas lo suficientemente excéntricas como para llenar el vacío de varias generaciones. De alguien que expirara gritando "¡Vivan los Vosgos!", se podría afirmar sin género de dudas que había gozado de una existencia plena. Además, le pondrían una calle.
Pero el nacionalismo no siempre basta para aliviar el vértigo de no saber quién eres, adónde vas o de dónde vienes. Hay patriotas franceses, alemanes o turcos profundamente insatisfechos de sí mismos. Por eso conviene redondear la identidad nacional con una religión. Ser, por ejemplo, profundamente inglés al tiempo que radicalmente protestante constituye un seguro de vida. No se sabe de ningún español católico, por poner otro caso, que haya sufrido una depresión profunda. Quizá una úlcera sí, pero la úlcera tiene mejor pronóstico que la depresión. Conocemos un sustituto de la religión y la patria, el bricolaje, que no hace daño a nadie y con el que lo único que se matan son las horas. Pero está poco implantado todavía.

El Gobierno, la oposición y los partidos periféricos compiten en los últimos días por ver a quién le gusta más España y su bandera, lo que parece que da votos (y sentido). Me gusta mucho España, repetía Zapatero no hace mucho en una emisora de radio. No habríamos reparado en ello de no ser porque lo afirmaba con tal pasión que daban ganas de decirle que Finlandia tampoco estaba mal. Y no está mal, pero si lo dices en una entrevista te corren a gorrazos. Es como si un arzobispo castrense de Zaragoza dijera que preferiría ser búlgaro y sintoísta, o egipcio y yoruba lo que, a poco que se considere, son combinaciones tan viables o inviables como cualquiera otra. Lo que hace falta es que todo esto sea para bien.

10/01/2007

Don Friolera

"Y en diez días del mes de febrero año de mil quinientos diez y nueve años, después de haber oido misa, hicimos la vela", así se describe el momento en que salieron de Cuba la expedición de Hernán Cortes con rumbo a las costas de Mexico, compuesta por once navios, unos quinientos sesenta hombres, entre soldados y marinería y dieciseis caballos, y lo primero que encontraron, o a donde les llevó la tormenta, fue la isla de Cozumel, recalando en la playa de San Juan, donde el agua es tan transparente que por las mañanas la claridad es tal que se ven los peces nadando bajo los cascos de los navíos y se tiene la impresión que estan supendidos en el aire. Lo que siguió después ha sido tergiversado por unos y otros, pero sin duda alguna, lo que se ha dado en llamar "la invención de Mexico", y por extensión la de toda America, cambió para siempre el mundo.

Diez años antes, y sin relación aparente, el Dr. Sylvius de la Boe, de la Universidad de Leiden, tras concienzudas investigaciones logra destilar la primera ginebra o elixir de bayas de enebro, sesenta años mas tarde Lucas Bols inicia en Holanda la elaboracion comercial del aguardiente de enebro, con millones de admiradores en todo el mundo.

Tambien sin relación aparente, desconozco las aficiones alcoholicas de Valle-Inclán mas allá de su confesa militancia carlista, (por cuestiones esteticas ¿Eh?), viene aqui la historia de Don Pascual Astete y sus cuernos - «mamarrachos sin careta que despojan la vida humana de toda dignidad,» - como el mismo Valle-Inclán definía a los personajes de sus esperpentos, que está preparando fraxinus teatro y del que a buen seguro nuestro contertulio nos hablará largo y tendido de Don Friolera y la aventura de hacer teatro como afición.
Y ya definitivamente sin relación alguna, un articulo esclarecedor sobre el sindrome que parece originar "pijos", que echa por tierra teorias que los ligaban a la estupidez, a la familia o al habitat, o al conjunto de todo ello.

Salud

Pijadas
Alicia Alvarez
(...)hace unos días leí en un nuevo periódico, que estrenaba también una «nueva sección» de ciencia, una de esas «píldoras» informativas. Es decir, una de esas noticias en las que el titular es casi más largo que la información que le sigue.

El caso, que el diminuto recuadro me hizo gracia porque el texto que enmarcaba mencionaba la existencia de un nuevo síndrome: el del «acento extranjero». Un conjunto de particularidades fonéticas, rítmicas y melódicas que, al parecer y para más inri, es bastante parecido a la forma de hablar de los «pijos». Así, un niño que había sido operado de meningitis despertó tras la intervención, según la noticia, con esta «dolencia». Es decir, hablando «pijo».

Y en principio, y siendo sincera, al leer la noticia sentí cierto alivio.

Más que nada porque, por fin y tras muchos años, había una explicación lógica a aquellas declaraciones que hizo el ex presidente del Gobierno José María Aznar cuando estuvo de visita en el rancho americano de Bush. Ésas en las que, más que por un extraño acento «texano», parecía haber sido poseído por el doblador del oso Yogui. Algo que también, y con frecuencia, les suele ocurrir a personajes como Nati Mistral, la baronesa Tita Cervera, la «nietísima» y la última ex de Álvarez-Cascos.

La pena es que, aunque sería divertido pensar que los «pijos» hablan «pijo» porque sufren este síndrome, como adolecía de republicanismo a causa de un coágulo cerebral ese personaje de Woody Allen, dudo que esta explicación se pueda aplicar a la mayoría de los casos. Más bien me inclino a pensar que su seseo, su tono nasal o su pronunciación cuasi gangosa es su manera de diferenciarse. De decirle al mundo, como al final hacemos todos, que ellos son «otra cosa».